Desayuno de diez

Como sabemos que la espera es larga y que tenéis muchísimas ganas de volver a sentaros en nuestras mesas, hemos pensado en compartir con vosotros uno de los desayunos que tomamos esta semana en el puesto del mercado de la Puerta de la Carne. ¡Estamos deseando serviros cuando abramos en el nuevo local de la calle Betis!

Siempre hemos compartido que nuestros quesos de leche cruda de cabra son muy digestivos, a la par que sabrosos y cremosos. Los glóbulos de grasa de la leche de cabra son más pequeños que, por ejemplo, los de la leche de vaca, lo que los hace más asimilables para nuestro sistema, mejorando nuestra digestión y haciéndola más ligera por la mañana.

Su textura, propia de las pastas blandas, hace que sean idóneos para untar en un buen pan de masa madre tostado, como los que vendemos en el mercado. ¿El toque maestro? Fruta fresca de temporada (¡o asada cuando llegue el invierno!) para encontrar ese contrapunto dulce y fresco.

En este caso, le añadimos las primeras granadas del puesto de fruta vecino y un poco de nuestra cebolla blanca fermentada. Un buen chute matutino de probióticos que nos prepara para el resto del día. Lo aderezamos con albahaca morada de nuestro cultivo y un buen chorreón de aceite de oliva de La Cultivada, de Córdoba, el mismo que usábamos en nuestros desayunos. 

El queso que usamos fue el Caprí Algas, tratado con tres tipos de algas marinas ecológicas cultivadas en la Bahía de San Fernando, que ahora mismo está en un punto de afinado algo más joven. Se nos hacía la boca agua preparándola y queríamos compartirla con vosotros. Si Mahoma no va a la montaña… ☺️