ENVÍO REFRIGERADO GRATUITO PARA PEDIDOS SUPERIORES A 70€

Envío refrigerado gratuito para pedidos superiores a 70€

  • No hay productos en tu carrito.

Cebolla blanca fermentada con limón negro

7,90

Cebolla blanca de Sevilla fermentada con sal ecológica de las salinas de Isla Cristina y flores frescas de Capuccina.  La cebolla es conocida por sus propiedades antioxidantes, diuréticas y prebióticas, las cuales duplicamos mediante la lactofermentación, mejorando también su absorción. La flor con la que la acompañamos es una fuente de vitaminas, proteínas, antioxidantes, fibras, sales minerales y fotoprotectores. El resultado es un sabor fresco, ideal para ensaladas de verano, picadillos y para tostadas y bocadillos. La podemos acompañar de quesos lácticos en sandwiches…¡o cómo guarnición!

Conservar en frío entre 2º y 8ºC.


  • Ingredientes Cebolla, flores de capuchina y sal
  • Consumo preferente 90 días
  • Cantidad 300g

Agotado

Descripción

NUESTRO TALLER DE ELABORACIÓN

La alimentación honesta y sostenible es una de nuestras grandes pasiones. Por ello desarrollamos una línea de conservas naturales elaboradas a base de ingredientes locales y ecológicos, que nos permitan disfrutarlos atemporalmente: compotas, fermentados, salsas, postres, chutneys… preparados mediante una cocina con recetas propias y sencillas, con el fin de dar el protagonismo a la rica materia prima.

En nuestra casa fermentamos desde hace años la leche de cabra para hacer queso, y siguiendo esta estela, transformamos hortalizas y frutas locales de temporada en beneficiosos y vivos alimentos.

A través del cultivo ecológico o biodinámico de la materia prima, aseguramos la presencia de los microorganismos necesarios para una posterior fermentación láctica controlada, natural y espontánea. Apoyamos este proceso usando sal marina pura sin tratar, procedente de las salinas de Isla Cristina; ésta extrae el agua de las hortalizas y frutas, disolviéndose en ella, para crear así una salmuera de jugo vegetal que protegerá a las diferentes bacterias encargadas de la fermentación. El proceso crea un medio ácido que asegura la conservación de los productos, evitando su deterioro.

Los fermentados, como el queso, son un alimento ancestral y milenario, muy vinculados a la relación existente entre los seres humanos, su entorno y su cultura. En nuestro taller transformamos productos de nuestra tierra, Andalucía; limones, aceitunas, coles, hinojos, puerros, rábanos y cebollas.

Estos alimentos están vivos, y no sólo por su rica microbiología, sino por su historia: desde el agricultor que los siembra y recoge, pasando por el pequeño productor como nosotros, que los transforma y acerca al consumidor final. Éste se nutre de ellos, reforzando su sistema inmune, reestructurando su flora intestinal, y mejorando su salud; es una cadena llena de vida.

También te recomendamos…